miércoles, 24 de diciembre de 2014

¡¡¡FELIZ, FELIIIIIZ NAVIDAD A TODOS!!!


¡¡¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!!!

Quizá penséis que voy un poco justa de tiempo en esto de felicitaros las Navidades y puede que sea cierto pero tengo dos motivos. El primero es que odio que en el puente de la Hispanidad ya haya turrones en el súper, no puedo con ello, así que me niego a celebrar la Navidad antes del día de Noche Buena. Y en segundo lugar, como ya sabréis por mi entrada anterior, hoy es mi cumpleaños. Y yo, que llegué a este mundo con muchas ganas el día 24 de diciembre y que ahora no me hace tanta gracia, he decidido que para mí no es Navidad hasta que no llega mi cumpleaños, ¡ea! Si, los dos motivos vienen a decir prácticamente lo mismo, que hasta que no llega el día 24 no es Navidad.

No os voy a decir aquello de Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo porque sé que para muchos no es próspero, ni mucho menos. Os voy a desear que ojalá, todos podáis decir a finales del año que viene que tenéis trabajo (un trabajo digno por favor querido Gobierno), que habéis podido comprarles juguetes a vuestros niños (no sin esfuerzo, pues vaya que precios oiga), que habéis podido pagarle la universidad a vuestros hijos, que todos habéis podido disfrutar de la familia, de los amigos, de los buenos momentos, que si habéis llorado haya sido de alegría, y que habéis reído hasta tener agujetas. Espero que Papá Noel, el Año Nuevo y los Reyes Magos, vengan cargaditos de trabajos para todos, de salud para poder trabajar, de ganas, de ilusión, de fuerza y de amor y cariño (sin ellos no podemos vivir aunque suene muy cursi). Y por favor, ya que descargan todo eso aquí, que se lleven a este gobierno que nos está amargando la existencia y que nos dejen a uno que venga con ganas de hacer las cosas bien, sin llevarse dinero a espuertas y sin ganas de humillar a la población.

Queridos Reyes Magos, querido Papá Noel, querido Año 2015… Creo que no pido mucho, ¿verdad? A cambio, como cada año prometemos empeñarnos en ser un poquito mejores. 

Por último, y creo que sería lo mejor para empezar el año con buen pie, espero que nadie pase las fiestas solo (salvo que así lo desee). Que todos disfrutéis en compañía, aunque no haya dinero para champagne y gambones, aunque sea con unos huevos con patatas fritas (que nos ahorrarían el sufrimiento de pensar otra vez que cenamos esta Noche Buena) pero que nadie se quede solo. Y ya que pedimos, que ningún niño se quede sin regalo/s. Los niños no son tontos y saben cómo van las cosas en casa (lo sé por propia experiencia), así que debemos enseñarles a valorar los detalles más pequeños, y a disfrutar de lo que tengan. Así pues, aunque tengan un regalo chiquitín, puedan tener la ilusión tan mágica de la noche de Reyes, y que puedan disfrutar de, al menos, un regalo.

Así, todos podríamos disfrutar de unas felices fiestas.

Sin más, Feliz Navidad, Feliz Año nuevo y Felices Reyes. Sed buenos.

Carmelita.

HOY CUMPLO 24 AÑOS =)


24 CUMPLEAÑOS

¡Hola queridos lectores!

Como ya sabéis, y para quien no lo sepa ya se lo digo yo, hoy es mi 24 cumpleaños. Si, nací el mismísmo día de Noche Buena de 1990 aproximadamente a las 02:30am, muy oportuna yo. Y estos 24 años quería dedicárselos a la mujer más importante de mi vida, de hecho, fue ella quien me la dio. Mi madre. ¿Por qué? Bueno pues primero por eso, por darme la vida, por llevarme casi 9 meses dentro, me adelante unas 3 semanitas para llegar a este mundo el día 24 de diciembre de 1990 aunque mi madre no salía de cuentas hasta el 14 de enero de 1991, ya veis, podría haber sido de las mayores de la clase y en cambio, siempre fui la pequeña. Por cuidar de mí siempre. Por tus comiditas ricas, en especial por tus famosos cocidos. Y sobre todo, por luchar y por enseñarme a hacerlo. No conozco a nadie que luche día a día más que tú, por vivir, por darnos una educación, valores, un futuro, por enseñarnos a ser útiles e independientes en la vida y por tener siempre esa alegría de vivir, pase lo que pase.

Te quiero mamá, gracias por estos 24 años.

viernes, 19 de diciembre de 2014

"URGENCIAS" Por Risto Mejide


“URGENCIAS” POR RISTO MEJIDE
Queridos lectores, he de confesaros que cuando vi por primera vez a este hombre en televisión, cuando martirizaba a los concursantes de Operación Triunfo con sus críticas no me gustó mucho. ¿Sabéis de quién hablo? Si, de Risto Mejide. Es cierto que le pagaban por hacer un papel y él lo hacía de maravilla. Hasta llegar a las lágrimas de algún concursante, o quizá eso también estaba preparado, no lo sé. Después, le perdí la vista, la gente comentaba que seguía en su línea, haciendo su papel, que a mí no me gustaba. Hasta que vi Viajando con Chester, donde le encontré cambiado, era otra persona. No sabía muy bien si ésa era su persona o también era un papel, pero tenía claro que mostraba un lado más humano y que así me gustaba más. El día que Pedro García Aguado (Hermano Mayor) fue a su programa, se sentó con él en ese sillón y Risto sacó los sentimientos más humanos en Pedro, me encantó. He de decir que sigo Hermano Mayor desde que empezó en televisión, creo que es de lo poco que hay que ver en TV ahora mismo. Pero ya está, no sé si he vuelto a ver el programa de Risto o no, directamente me había olvidado de él. Hasta que un día, mi Tiasun, compartió en Facebook un artículo del blog de Risto. Y me picó la curiosidad. Entré a leer, y me encantó. Creo que leyendo a la gente, conoces muchas cosas de ellos. Es como si cuando escribimos plasmáramos nuestra personalidad con cada coma. Así pues, conocí un lado muy humano de Risto con esta entrada http://ristomejide.com/2014/12/15/tu-regalo/.
Pero lo mejor llegó con mi siguiente incursión en su blog. Creo que cuando escribes tu propio blog es importante “alimentarse” de otros blogueros, es decir, aprender, yo soy neófita en esto y sé que tengo que aprender mucho y por eso leo otros blogs (tengo pendiente una entrada contados que blogs leo) y de cada uno aprendo algo nuevo. Bueno, a lo que iba, entré en su blog, y encontré una entrada que describía muchas cosas que yo pienso y que quizá por mi inexperiencia no sepa escribirlas tan bien, pero él habla de algo que yo conozco bien: la sanidad y el afán de este maldito gobierno por privatizarla. No puedo describiros lo que sentí al leer lo que yo pienso escrito ahí, no porque fuera Risto, si lo hubiera escrito mi vecina del cuarto me hubiera sentido igual, es esa sensación de saber que no estás sola en tus pensamientos, que alguien más piensa como tú, que no estás loca, que el camino que nos quiere marcar el gobierno no es el adecuado. Os dejo la entrada para que la leáis, además de hacernos pensar sobre el egoísmo de cada uno, tiene dedicatoria al gobierno claramente. Espero que os guste tanto como me gustó a mí.
“No te hagas líos. Nada importa demasiado si la salud no está. Si crees que tu vida no pasa por su mejor momento, si te crees con derecho a enfadarte, frustrarte o deprimirte, date una vueltecita por cualquier uci. Allí donde urge lo importante e importa lo urgente. Allí donde el día y la noche los marca cualquier cosa menos la salida y puesta del sol. Es un paseo, seguro que tienes alguna cerca. Yo tengo una justo al lado de casa. Vas, visitas a las familias que allí se encuentran, y hablas con ellas. Que te cuenten su drama, lo que están viviendo y lo que darían por dejar de vivirlo. Y luego me cuentas.
Nos creemos importantes hasta que algo o alguien nos manda a un hospital. Igualador de vanidades, antesala de nuestro principio y de nuestro fin. El hotel de los dolores mudos. La residencia del gemido que nadie quiere escuchar. Si te crees con derecho a estar mal es porque no lo has estado de verdad. Si nunca has pasado una noche en urgencias, aún no sabes lo que es sufrir.
Siempre he pensado que el amor de tu vida se esconde tras la salud, y no se le ve hasta que ésta se quita de en medio. Tu media naranja jamás será la que exprimas sobre el catre de la pasión y el desenfreno. De esas encontrarás muchas, o al menos eso espero, por tu propio bien. Pero la mujer o el hombre de tu vida será sólo aquél o aquélla a quien le digas un día «llévame al hospital». Todo lo demás, se puede pagar. Visto así, igual deberíamos casarnos todos con putas o con taxistas. O igual es que todos somos un poco putas y un poco taxistas, también.
No te hagas líos. Cuando dejamos de ser estupendos estamos más cerca de los que estaban tan cerca que ni los veíamos, y aleja a los que ya estaban lejos, pero los creíamos ver. La enfermedad grave, un gran detector de mentiras que encima suele llegar demasiado tarde, o demasiado pronto.
Así es la salud, ese bien de preciada ausencia, pues sólo se valora cuando ya se perdió.
Y es que somos lo que cuidamos. La debilidad de un cuerpo que necesita otro para subsistir cuantifica la dependencia de nuestro prójimo, pero también nuestro nivel de civilización. Porque son justamente los débiles los que miden nuestro grado de fortaleza. Porque son los que se hacen pequeños los que nos pueden hacer sentir grandes. Cómo tratamos a los dependientes. A los ancianos. A los enfermos. A los niños. Cuanto mejor los cuidemos, más lejos estaremos de la barbarie y la sinrazón.
Por eso me parece impresentable que algunos se empeñen en convertir la cuestión sanitaria o de la dependencia en un problema de cartera.
“No te hagas líos. No es una política más. Es la única política que siempre debería existir, incluso a falta de todo el dinero del mundo, así tuviéramos que prescindir de todo lo demás. Pero la sanidad no. La sanidad es innegociable. Para éste y para todos los gobiernos que vengan. Oiga, la vida está por encima de usted y de sus cuatro míseros años de mandato. Si no hay vida, no hay nada. Así que métase los recortes entre su culo y el cuero de su coche oficial. Pero la sanidad ni tocarla. Que si nos morimos por un recorte, entonces ya no nos morimos, sino que usted nos está matando. Y habrá que juzgarlo como lo que usted es. Un genocida.
No admito que me vengan con eufemismos. Privatizar la gestión significa echar gente a la calle. Y así nos luce el pelo. Ciudades inundadas de mareas blancas que desean trabajar mientras sus centros de salud acumulan listas de espera con pacientes que no pueden permitirse el lujo de convertirse en clientes. Recortes descarnados que acaban blandiendo hachas donde deberían usar bisturí. Y mira que te lo dice un orgulloso hijo de médico de centro público. Y aun así, resignado cliente de la privada.
En la antigua China, los médicos cobraban sus honorarios sólo mientras la población estuviese sana, y dejaban de cobrar en cuanto ésta enfermaba o sufría algún tipo de epidemia. Creo que deberíamos empezar a aplicarlo con los políticos. Descontarles de su sueldo todos y cada uno de los días que los pacientes de este país pasan esperando a que alguien les cure.
De ese modo, la cuestión de la sanidad pública no ganaría en simplicidad.
Pero sí en urgencia.”
Risto Mejide
Artículo publicado el domingo,  24 de Noviembre de 2013 en http://ristomejide.com/2013/11/24/urgencias/

martes, 16 de diciembre de 2014

POR EL SUDOR DEL PERSONAL

                                                POR EL SUDOR DEL PERSONAL

http://www.sermadridsur.com/noticias/el-hospital-de-getafe-se-convierte-en-el-primero-de-la-region-en-obtener-un-certificado-de-calidad-en-investigacion-y-desarrollo_46120/

Hace unos días saltaba esta noticia a los medios. El Hospital U. de Getafe consigue un certificado de investigación y desarrollo. También lo han conseguido otros hospitales en nuestro país pero, en todos la situación es la misma.  Y a mí no me puede dar mas rabia y mas pena.

No me malinterpretéis, el hospital de Getafe es como mi casa, me muevo por él como pez en el agua, es el único hospital donde he trabajado y además, es mi hospital de referencia. Y por eso, sé lo que hay detrás de  ese certificado de excelencia.

Como todos sabéis, estamos en crisis y a pesar de lo que se empeñe en decir Mariano Rajoy, no hemos salido de ella. Y esto significa recortes. Y se recorta aquello por lo que lucharon las generaciones pasadas, educación y sanidad. ¿Por qué? La respuesta es sencilla: en primer lugar porque al rebaño ignorante se le maneja mejor que al rebaño que ha ido a la universidad y porque aquellos que no pueden acceder al sistema sanitario se los van quitando del medio. Y en segundo lugar porque muchos de nuestros políticos son accionistas de empresas de sanidad y educación privadas. A esto es a lo que nos llevan, quien puede, recurre a lo privado, evitándose interminables listas de espera en sanidades o buscando una educación de calidad y con recursos.

No puedo hablaros mucho más de educación pues no es mi campo pero si de sanidad. Nuestros abuelos lucharon por un sistema de seguridad social de calidad, consiguieron un sistema sanitario de lo mejorcito y ahora lo están convirtiendo en tercermundista. Aunque nuestros políticos se hacen cargo de publicar a bombo y platillo que inauguran multitud de hospitales (de gestión privada, eso si). Es algo que está genial pero cuando se hace de verdad, si abres un hospital nuevo y lo dotas de medios, personal y recursos, enhorabuena. Pero si abres hospitales a medias, con camas que después de unos años siguen sin estrenar mientras los pacientes esperan horas en los pasillos, quitando personal (que después no se repone) de un hospital para llevarlo a otro,  o ingresando adultos en el área pediátrica... No te jactes de ello, no os jactéis de ello, dejad de tomarnos el pelo.

El certificado debería ser "POR EL SUDOR DEL PERSONAL". Esos certificados son gracias a la eficiencia del personal sanitario. Gracias a que a pesar de los recortes y la sobrecarga de trabajo, el personal se esfuerza cada día más si cabe y saca el trabajo adelante.  Ese certificado del Hospital U. de Getafe se ha conseguido porque tenemos una plantilla de calidad, porque a pesar de no tener material suficiente, de que muchas veces somos una de menos, o de que el personal doble turnos porque se niegan a contratar a más gente, los pacientes están atendidos. Porque hay días en los que no paramos ni para beber agua, perder 3 minutos en ir al aseo es todo un reto  y del descanso ni hablamos, y todavía tenemos que escuchar cosas como que no van a reforzar el servicio pero que nos ayudemos entre compañeros. Si no fuera por el compañerismo apaga y vámonos. Pero a nosotros no nos hacen falta certificados, nos bastaría con tener los recursos suficientes para desarrollar nuestra labor. Aunque siempre nos conformamos cuando un paciente se va de alta y te dice "gracias, sois un equipo maravilloso". Ese es nuestro certificado, la satisfacción del deber cumplido. Sin necesidad de hacernos la foto de turno inaugurando el hospital para conseguir votos.

Y si como os dije antes, me da pena que unos se desvivan por trabajar para que otros vengan a hacerse la foto.

Y sin más, os dejo para que reflexionéis sobre todo esto.

Espero como siempre que os haya gustado, y que os animéis a escribir algún comentario.

Hasta la próxima entrada!

Besitos corazones!

Carmelita.

jueves, 27 de noviembre de 2014

AMIGO INVISIBLE


AMIGO INVISIBLE


¿Habéis hecho un amigo invisible alguna vez?

¿Os habéis preguntado de dónde viene la tradición?

Según la Wikipedia: “El juego del amigo secreto tiene su origen en una vieja costumbre venezolana probablemente de finales de 1800 y principios del siglo pasado. Las damas venezolanas casadas o comprometidas, por aquel entonces, no podían tener amigos, sino compadres, por aquello de los cuestionamientos sociales. De manera que optaron por reunirse un grupo de amigos y amigas para realizar un intercambio de regalos. Esa tradición conservadora se denominaba compadre de papelito o compadre secreto de papelito, es decir, se escogía aleatoriamente el nombre de una persona al sacar un papel escrito de un recipiente. Posteriormente, esta tradición pasó a llamarse 'amigo secreto' y se extendió a países vecinos a través del intercambio social.

Además dice que hay variantes del juego, por ejemplo una modalidad temática en la que se decide que todo el mundo regalara sobre un tema, Disney por ejemplo.

En mi grupo de amigos, a los que les mando un besazo desde aquí, hacemos el amigo invisible cada Navidad. Además, aprovechamos para hacer una cena de Navidad y entregar los regalos el mismo día (también celebramos mi cumple a la vez, es lo que tiene nacer en Noche Buena). Hasta el año pasado, hacíamos el sorteo de forma tradicional, sacando papelitos y tal, y poníamos un tope para el precio de los regalos, 10-15€ normalmente y sin ninguna temática especial, cada uno compraba lo que quería. Pero el año pasado las circunstancias eran diferentes…

Mi gran amigo Espi, estaba en Inglaterra, haciendo eso que llaman movilidad exterior, es decir, buscándose la vida porque en este país al final nos terminaremos comiendo los mocos. Bueno, que me lio, con Espi fuera de España, lo de los papelitos ya no era posible… Así que buscamos una alternativa, y navegando en Internet encontramos una web donde hacer los sorteos poniendo los nombres y los emails de cada uno de los componentes, de esta forma, alguien introduce todos los datos, le da al botón y a cada uno le llega un email diciéndole a quien tendrá que regalar. Mola un mogollón porque no te complicas la vida. Cuando ya teníamos el sorteo hecho, alguien comentó que su situación económica no era la mejor en ese momento y que en vez de comprar un regalo lo haría de forma manual, y otra vez, mi gran amigo Espi, tuvo una idea maravillosa: “¿Por qué no hacemos todos un regalo de forma manual? Solo valdrá comprar los materiales”. Toma ya… Claro, él es un hacha para las manualidades, ¡deberíais ver cómo pinta en acuarelas! Y además de él, algunas amigas también tienen unas manitas de oro para hacer manualidades. Aunque al principio no conseguíamos ponernos de acuerdo en el tema… Al final lo conseguimos. Todos regalaríamos manualidades.

He de confesar que yo no soy una gran amante de las manualidades, aunque en mi familia haya gente muy ducha para ello, mi madre y mi queridísima Tiasun (sí, así, todo junto. No quiere que la llame Asun) son verdaderas expertas en el tema. De hecho, tuve que pedirle ayuda a mi madre, ya que yo no sabía usar ni el Loctite (¿sabíais que se quita con Cocacola?). Pero me puse manos a la obra, igual que todos. Me costó arrancar, sí, me había tocado David como as (aquel a quien te toca regalarle se llama as) y me resultaba muy difícil encontrar una buena idea porque suponía que mis amigos iban a hacer verdaderas virguerías, y así fue. A pesar de mis reticencias con las manualidades y gracias a la ayuda de mi madre y al entusiasmo que contagiaban mis colegas, al final me hacía mucha ilusión estar creando algo para alguien. Y además, nos pasábamos los días moneando sobre lo que cada uno había hecho: “pues yo he hecho dos cosas”, “pues yo solo una pero muy grande”, “yo hasta el último día voy a estar liadísima con el regalo” y así hasta que por fin llego la fecha. Espi había vuelto de Inglaterra justo para mi cumpleaños (y me regaló un súper abrazo) así que ya estábamos todos juntos.


Nosotros no lo hacemos de incógnito, cada uno se levantaba y decía a mí me ha tocado regalar a fulanito, y fulanito abría el regalo, alucinábamos todos con la manualidad y esa persona entregaba su regalo a menganito y así hasta que cada uno tuvo su regalo entre manos. He de decir que no me esperaba tanto nivel, nos esmeramos muchísimo más que los años anteriores en los que comprábamos los regalos. Hubo quien decoró un espejo, alguien hizo un amigurumi, a mí me regalaron una hucha cerdito hecha con una botella y goma eva, un marco de foto hecho también con goma eva, y unas mariposas que me chiflan también de goma y yo regalé unas manualidades de fieltro, y dos o tres pulseras hechas por mí de cuero, y me faltan regalos de los demás que no recuerdo. Pero todos eran maravillosos, se notaba el esfuerzo y el cariño que le habíamos puesto y salimos todos encantados con nuestros regalos.

Entonces, este año, con la inminente llegada de la Navidad, volvíamos a plantearnos el amigo invisible. Esta vez con Silvia y David en Londres, volvimos a usar la misma web del año pasado. Y con los ojos cerrados, decidimos repetir la temática de las manualidades debido al exitazo que tuvieron el año pasado.

Así que ahí estamos todos, devanándonos otra vez los sesos para ver qué manualidades hacemos. Yo ya tengo las mías en mente, es más, ya tengo alguna cosilla hecha y toda la ilusión puesta para que a mi as le guste.

A mi as decirle que se prepare, porque creo que los regalos le van a encantar (ahhh ¿Quién será?) y a mi amigo invisible decirle que el regalo más grande es ver la dedicación, el esfuerzo y la ilusión que le haya puesto al regalo. Y por supuesto deciros a todos, a ese grupo de Armando Guerra (si, nuestro grupo de Whatsapp se llama así) que el mejor regalo es teneros a todos como amigos un año más. Y no me voy a poner moñas… Pero de este grupo admiro la facilidad que tenemos tanto para encendernos y tirarnos los trastos a la cabeza cuando toca, como para ponernos tiernos, y decirnos moñerías, y también para estar unidos cuando alguno lo necesita, porque para eso están los amigos, ¿no? Os quiero chicos.
 

Os dejo la web donde hacemos el sorteo, hay más, pero nosotros solo conocemos ésta http://www.amigoinvisibleonline.com/ es muy fácil de usar. Sé que también se puede hacer con Gmail, sin necesidad de aplicaciones externas ni webs, pero no tengo ni idea de cómo se hace.

También os dejo el blog de Espi (se llama Javi en realidad, pero entre nosotros dices Javi y casi nadie sabe de quién hablas jajajaja). Es nuevo en esto, y además en su línea de la creatividad, ha abierto un blog para escribir, pero no solo para escribir él mismo, que espero que también porque escribe de maravilla, pero quiere que aquel que no se atreva a escribir en un blog comparta con él esa idea y él lo publicará, así hará una mezcla, estupenda seguro. Va a ser un éxito de blog, ¡lo sé! http://sirjangoboy.blogspot.es/.

Y sin más, os dejo. Espero que os haya gustado la entrada. Va dedicada a todos mis amigos, por ser vosotros.

Espero vuestros comentarios como siempre, y espero que leáis y compartáis con Espi.

Un besote. ¡¡¡Muaaaaakss!!!

Carmelita.

lunes, 24 de noviembre de 2014

TRABAJAR GRACIAS AL ÉBOLA


TRABAJAR POR EL ÉBOLA

 
 
Es triste sí, pero he de confesar que he trabajado gracias al ébola. ¿Por qué? Pues porque gracias al trabajo de las tijeras de Rajoy, los recortes en sanidad eran una catástrofe. Probablemente ellos sólo vean números, euros… Pero la cuenta es fácil, tanto que cualquiera sabe que a menos personal y menos recursos, más precariedad en la asistencia sanitaria. Por el contrario, si contamos con el personal y los recursos suficientes, tendremos una asistencia sanitaria de calidad, de 10. Así pues, con el ébola en España y poniendo el protocolo apunto, ha habido que contratar gente. Por suerte para los que como yo vivimos de contratos de vacaciones, suplencias, eventuales, incapacidades temporales… Si, confieso que vivo gracias a que alguna compañera pida la baja.

Pero yo hoy vengo a hablaros de mi punto de vista sobre el ébola. La fiebre del ébola nos ha cogido a todos, eso sí, por sorpresa totalmente. Cuando el brote de ébola empieza a sonar en los medios de comunicación ya se había cobrado algunas muertes en África. ¿Y aquí que hicimos? Nada. Ni si quiera se le dio bombo en la televisión, es más importante la corrupción, quién entra en la cárcel o quien sale con el famoso de turno. No nos preocupamos de abastecer a los hospitales del material necesario ni de formar al personal por si acaso alguien venía contagiado en un vuelo comercial y aparecía en cualquier hospital, en ese caso nos habría pillado en bragas totalmente.

Con el tiempo, decidimos tomarle la temperatura a los pasajeros que llegaban a los aeropuertos del país, la fiebre es un signo de alarma que produce nuestro organismo ante las infecciones, y se puede encubrir con antitérmicos como el Paracetamol, es decir, era un valor poco fiable y no se les tomaba la temperatura a todos los pasajeros, sólo a los que venían de África y no siempre. ¡Vaya! Un desastre...

En agosto el gobierno español y la excelentísima ministra de sanidad Ana Mato (que de mi parte, no se merece ni las mayúsculas en su cargo) deciden repatriar a un misionero español. Con un hospital de referencia en enfermedades tropicales como es el Carlos III medio desmantelado, sin el personal necesario y por supuesto sin los medios suficientes. ¿Y qué material compramos? ¡El que sea! Buscamos lo que sobró después de la fiebre de la Gripe A, que no sirve para el ébola pero qué más da, no va a ser la Sra. Ana Mato ni el Sr. Mariano Rajoy los que se van a plantar el traje y a meterse en esa habitación donde estará el sacerdote. Pero, a todo esto... ¿Alguien ha formado al personal para esto? ¿No? ¡Pues a correr! Se organizan cursos intensivos para el personal del Carlos III y el personal de la unidad de cuidados intensivos de La Paz la noche antes de que el sacerdote llegue a Madrid, así el personal tenía muy frescos los datos sobre cómo ponerse y quitarse el traje.

Pero vaya, tenemos turbulencias, el personal sanitario empieza a quejarse, algo con lo que no contaba el gobierno. No hay personal ni material suficiente, por descontado que no han tenido toda la formación que se necesita. No se sienten preparados para ponerse el traje pues se lo han puesto una o ninguna vez, y en esta ocasión no van a ensayar, esta vez es de verdad, se tendrán que poner el traje, entrar en esa habitación con todo el cuidado del mundo, evitando contactos innecesarios, y por último salir de la habitación y quitarse el traje, lo más difícil de todo el proceso. Y al día siguiente, volverán con sus pacientes de UCI de La Paz.

Debido a la presión del personal sanitario el gobierno empieza a comprar trajes más adecuados, se distribuye un protocolo elaborado por el Ministerio de Sanidad por todos los hospitales españoles y se les dan algunos trajes por si apareciera algún caso de ébola. Pero el protocolo, colgado en la intranet del hospital, y los trajes en los almacenes. Y tras la muerte del primer sacerdote, se decide repatriar a un segundo misionero, por si el riesgo que había corrido todo el país no era suficiente.
 
 

Así que volvemos a empezar, el miedo del personal sanitario, el no saber si se está haciendo bien o no, saber que tendrán que volver a casa con sus familias y rezar para que todo haya salido bien.

Muere el sacerdote. Hay que decir que ambos misioneros vinieron a España a morir pues la enfermedad había avanzado demasiado.

Y ahora... ¿No había que vigilar al personal por si presentan síntomas? Bastará con termometrarles o que se pongan ellos el termómetro en casa y que el servicio de prevención les llame de vez en cuando para anotar las temperaturas.
El resto de la historia la conocemos de sobra, es a lo que más bombo se le ha dado. Teresa, auxiliar de enfermería, empieza a tener algunos síntomas, el más controvertido: la febrícula. No llegaba a los 38,6°C de fiebre que exigía el protocolo, por ello, el servicio de medicina preventiva del Carlos III, le dice que acuda a su médico, donde no me creo que ella no le contara que había estado el contacto con pacientes de ébola. Pero como el protocolo exige fiebre superior a 38.3-38.6°C y Teresa no llega, no es ébola, tendrá gripe, catarro… Qué se yo. Y ella insiste en medicina preventiva, sin conseguir nada. Y va a la peluquería, y yo no la culpo por ello, pues todo el mundo le dijo que no cumplía el requisito de la fiebre y que no era ébola. Pero viendo que su situación empeoraba, se aísla de su marido. Y me parece increíble que tengas que tomar tú misma las medidas de aislamiento necesarias porque nadie te hace caso. Y su marido llama al 112 asustado, contando lo que ocurre, y les mandan una ambulancia básica, sin aislamiento ni nada, porque no tiene fiebre, sólo febrícula. Acuden al hospital de referencia de Teresa, el hospital de Alcorcón, que al igual que el resto de hospitales no estaba preparado para esto. Y entonces saltan todas las alarmas. Los medios se hacen eco de la noticia. Se traslada a Teresa después de unas cuantas horas en las urgencias de Alcorcón y unas cuantas analíticas. Dos análisis positivos en ébola. Y cunde el pánico entre los sanitarios. Entre los que como Teresa estuvieron en contacto con el último misionero y los que tendrán que atenderla a ella. Empiezan a contar sus vivencias con los trajes, no hay tallas, nos quedan cortos, estrechos, es insuficiente, tenemos miedo, nadie me ha enseñado a ponérmelo y mucho menos a quitármelo. ¿Y qué hacen el gobierno y el consejero de sanidad de la Comunidad de Madrid? Culparla, culparla hasta por la muerte de Manolete si es necesario. Y para colmo de males, como no se les ocurre qué hacer porque no tienen ni idea de qué hacer pues sacrifican al perro, al pobre Excalibur, que no tenía culpa de nada pero es todo lo que se le ocurrió al gobierno. ¡Cómo si ella no tuviera suficiente con haberse contagiado de ébola! Y hablar sobre si se habrá tocado la cara, si no hizo tal o hizo cual, crear polémica, resulta que Teresa era la única que había hecho las cosas mal. Como si esto fuera el plató del Sálvame Deluxe intentaron poner a todo el mundo en contra de Teresa. ¿Por qué? Fácil respuesta, si estábamos en contra de Teresa estábamos a favor del gobierno, que es lo que necesitan. Lo único que consiguieron fueron unas cuantas frases que mejor se las hubiera tragado el consejero, que cada vez que habla sube el pan, y pánico entre la población y el personal sanitario. Y ante el pánico se decide formar por fin al personal sanitario, a todo el personal sanitario. Entre unas cosas y otras, se empieza a formar al personal cuando Teresa está casi curada. Y se amplían los medios. La escasez de personal va en contra del protocolo del ébola, es necesaria mucha gente trabajando.

Por fin, se dan cuenta. Es necesario un brote de ébola para que el gobierno vea que los recortes en sanidad sólo traen precariedad. Podemos probar a recortar sus sueldos astronómicos, o en tarjetas negras, por ejemplo...
 
Y desde aquí, mi más sincera enhorabuena a todo el personal que ha estado ahí con los misioneros y con Teresa, mirando al miedo de frente, a pesar de la precariedad, de la falta de personal y de recursos. Y para Teresa y Javier, todo mi ánimo y todas mis fuerzas, creo que debéis luchar porque en mi opinión han sido muy injustos con vosotros.
 
Una vez más, espero que os haya gustado la entrada. Llevaba demasiado tiempo sin escribir pero tenía claro que sería sobre el ébola.

¡¡¡Espero vuestros comentarios!!!

¡Besotes para todos!



Por cierto, Javier Limón, ha creado una petición en www.change.org. Para quien le interese https://www.change.org/p/consejero-de-sanidad-comunidad-de-madrid-evitemos-sacrificios-como-el-de-exc%C3%A1libur-justiciaparaexcalibur

jueves, 16 de octubre de 2014

LAS MASCOTAS, MI GRAN FAMILIA


            LAS MASCOTAS, MI GRAN FAMILIA

Desde que decidí abrir el blog y pensé en los temas de los que me gustaría hablar supe que en alguna entrada os hablaría de la gran familia mascotera que tengo.



Desde que yo era pequeña tenemos animales en casa, gato y perro. Al principio un gato y una perrita, Tina, que ha estado con nosotros 15 maravillosos años, creció con nosotros y muy a nuestro pesar hace más de un año que decidió marchar al cielo de los perros, que estoy segura de que existe.


Esto debe ser más o menos finales de 2005 o principios de 2006. En la foto aparecemos Conan, Tina y yo en casa de mis abuelos.

Después llegaron dos gatitos que eran hermanos, Kiko y Patri. Los gatos desaparecían sin más pues vivíamos en una casa baja y no los teníamos castrados. Kiko se quedó con nosotros porque estaba cojito, no se iba muy lejos de casa y siempre volvía. Además, hacía una pareja estupenda con Tina, eran novietes. Kiko se puso malito y hubo que sacrificarlo hace ya 10 años, una decisión muy difícil.

Después llegó Conan, que aún sigue con nosotros, un gato negro precioso, listo, caprichoso y chantajista como él sólo sabe serlo, toda una pantera dentro de poco cumplirá 10 años.


Al poco tiempo apareció Nano, tierno, cariñoso, pegadizo y todo lo contrario a Conitan, su enemigo número uno. La convivencia no era fácil, a pesar de castrarlos, Conan perseguía incansablemente a Nano, luego se perseguían mutuamente y esto era una casa de locos...


Y mi madre, que es la cabeza pensante del zoo que tenemos en casa decidió que si teníamos dos gatos, Tina también merecía una compi. Además, mi madre quería una compi peludita a la que hacerle coletitas. ¡Ja! Nada más lejos de la realidad. Llegó Luci, quien ni quiso ni querrá nunca llevar coletitas.



La peludita venía de Valencia, de un refugio que la había recogido de vete tú a saber qué atrocidades. Se adaptó a la perfección, es una perra dócil, tranquila, que supongo por su pasado no sabe estar sola así que se pasa el día pegada a alguien. El hermanamiento no fue fácil pues Tina no había compartido con otro perro nunca, pero al final se adaptó y han sido muy hermanas hasta que Tina se fue. Después llegó Santi, un gatito que llegó pequeño, lleno de ácaros... Pero que vivió con nosotros hasta que a algún desalmado se le ocurrió poner comida con veneno en la calle, Santi comió y tras 24 horas luchando por vivir, se fue... Un palo, no puedo entender cómo ni por qué alguien hace algo así. Pero en fin... Tras la marcha de Tina, no queríamos que Lucy estuviera solita, así que comenzamos a buscar y sin haberlo planeado llegó Orión.


Este es Orión a los 3 días de estar en casa, ya devoraba biberones y hacía mucho por vivir (así decía mi abuela al verle comer).

Un mini bebe gatuno que había aparecido solito y hambriento en un descampado. Pesaba 200 gr, le alimentamos a biberones, si, nos levantabamos a las 3 o las 5 de la madrugada para darle biberones al gato pero, era irresistible de bonito. Creció, ahora ya tiene más de un año y es un demonio de gato que recientemente ha encontrado a su compi de juegos. Porque claro, teníamos a Orión pero no era la perrita que andábamos buscando... Y llegó el huracán Ely, con solo un mes de vida tenía una historia un poco triste ya, en un refugio de Extremadura habían recogido a su mamá a punto de parir. Cuando los bebés cumplieron un mes, Ely fue a parar a una familia que pronto la devolvió al refugio porque la niña de 4 años pegaba a la perrita. No lo puedo ni imaginar. Pero Ely al fin llegó a casa, donde deseábamos con locura achucharla y comérnosla a besos. Pronto descubrimos que con casi dos meses, 1,200kg de peso y siendo una miniatura, era el demonio hecho perro pero, nos hace demasiado felices.


Ésta es Ely en su primer día en casa, me estaba esperando con esa cara de cómeme a besos cuando llegué de trabajar. Ahora, ya pesa más del doble y se hace mayor.

Aunque es posible que un día Orión se quede sin orejas porque a ella la vuelven loca completamente. Ah! Se me olvidaba, este blog lleva el nombre de Carmelita porque así se llamaba Ely en el refugio y en tan poco tiempo nos ha hecho vivir tantas cosas que decidí ponerle su antiguo nombre al blog.

¿Por qué os cuento todo esto? Porque cuando vi que por culpa de unos desalmados que no deben saber lo que es tener un animal, que es un miembro más de la familia, y que lo sacrifiquen sin tener razón ninguna, porque no la tienen... Casi me da algo. Y si, hablo de Excalibur, ese pobre perro al que no se le ha dado una oportunidad... Ahí tenemos a los americanos que le llevan comida y agua al perro de la enfermera contagiada... Quizá igual que les tenemos que dar una lección (a los entendidos de nuestro gobierno, me refiero) para que aprendan el valor del personal sanitario, deberíamos también enseñarles el valor de los animales de compañía y el dolor que supone su pérdida. Porque para quien lo dude, son parte de la familia, y al igual que vives con ellos momentos de felicidad y alegría, se sufre lo indecible cuando se van.

Soy auxiliar de enfermería y creo que muy pocas veces he sentido pena por alguna persona porque creo que nosotros podemos luchar y defendernos, sin embargo, no soy capaz de ver a un animal abandonado, maltratado o un animal que era feliz con su familia y así, sin más, lo han matado. Ellos no pueden luchar ni defenderse.

Deseo con todas mis fuerzas que Teresa se recupere de la enfermedad, que por suerte, parece que lo está consiguiendo. Y espero, que cuando esto acabe, ella y su marido luchen para que alguien pague por lo que han hecho con Excalibur. Porque les han roto la familia, así, sin más.

Espero que os haya gustado la entrada de hoy.

¡Ya sabéis que espero vuestros comentarios!

¡Besotes enormes a todos!

¡Nos leemos!

lunes, 6 de octubre de 2014

LA IMPORTANCIA DE SONREÍR


LA IMPORTANCIA DE SONREÍR

El pasado viernes (primer viernes de octubre) se celebró el Día Internacional de la Sonrisa.

Con la sonrisa no solo exteriorizamos nuestro estado de ánimo, sino que la sonrisa termina por producir en nosotros sentimientos positivos. Además, la sonrisa es un mecanismo anti estrés muy efectivo, fortifica nuestro sistema inmunitario, fomenta en nosotros estados emocionales saludables y estimula las relaciones positivas con los demás.

Y es que, ¿hay algo más bonito que una sonrisa?



“Una sonrisa no cuesta nada y produce mucho,

Enriquece a quienes la reciben

Sin empobrecer a quienes la dan.

No dura más que un instante,

Pero su recuerdo a veces es eterno…

Nadie es demasiado pobre para no merecerla.

Da felicidad en el hogar, apoyo en el trabajo,

Es el símbolo de la amistad.

No puede ni comprarse, ni prestarse, ni robarse,

Pues una cosa que no tiene valor

Hasta el momento en que se da.

Y si alguna vez te tropiezas con alguien

Que no sabe dar una sonrisa,

Sé generoso, dale la tuya.

Porque nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa

Como el que no puede dársela a los demás.”

Soy de las personas que intentan llevar siempre una sonrisa en la cara, ser positiva hasta el final y vencer a las penas riendo hasta llorar.

En el mundo sanitario, en el que me encanta trabajar, la sonrisa a veces es la mejor medicación. ¿Cuánta gente agria y que no sonríe nunca nos encontramos todos los días?

Me encanta la gente que sonríe a pesar de las adversidades, la gente que sin conocerte te dedica una sonrisa por la calle, los que ríen hasta llorar y te contagian…

Así que sonreíd todos, ¡es gratis! Y seguro que el de enfrente te devuelve una magnifica sonrisa.

“El mundo es como un espejo: si le muestras mala cara, te pondrá mala cara; sonríe, y te sonreirá.” Herbert Samuels.

Espero que os haya gustado, que hayáis sonreído y que sonriáis los 365 días del año.

Y si queréis podéis dejar algún comentario. Y dejarme la dirección de vuestro blog, os leeré.

Carmelita.

lunes, 22 de septiembre de 2014

¿ESTADO CIVIL? VOLUNTARIO


¿ESTADO CIVIL? VOLUNTARIO



Si os soy sincera, no recuerdo cuál fue mi primer voluntariado. Pero sí, quien me lo ha inculcado desde bien pequeña: mi madre.



En la foto, de izquierda a derecha: mi madre, mi abuela, y yo.

Desde que tengo uso de razón he ido con mi madre a un sinfín de actos voluntarios. Yo no me daba cuenta, lo comprendí más tarde, cuando el gusanillo del voluntariado empezó a picarme.

Cuando era pequeña, mi madre pertenecía al AMPA del colegio, vivíamos en Torrejón de Velasco, un pueblo pequeño que pertenece a la Comunidad de Madrid. Mi madre, disfrutaba como una enana organizando las fiestuquis del cole, Navidad y fin de curso las más importantes. Es raro encontrarte a tu madre a cualquier hora por el colegio, y quedarte en el colegio cuando se acaban las clases porque tu madre y alguna más (que casi eran también mis madres por extensión y por las horas que pasábamos todos juntos) tenían que quedarse a hablar con algún profesor, a ensayar o a preparar cualquier cosa. Esos fueron mis primeros pinitos como voluntaria.

Como les parecía poco encargarse del AMPA del colegio, pues también empezaron a colaborar (las mismas madres, ya os digo que todos pasábamos muchísimo tiempo juntos) en algunas tareas de la Parroquia. ¡También allí montaban una fiesta en un periquete! Y no vayáis a creer que por ser de la parroquia eran fiestas aburridas, recuerdo perfectamente, como el sacerdote ataviado con unos pantalones cortos y una camiseta de sport, se colocó una gorra para atrás, y una radio al hombro y se unía a la fiesta. Si, los curas también hacen el gamberro, y no, no es la única vez en mi vida que he visto a un cura haciendo cosas por el estilo. En la iglesia también acompañaba a mi madre, y mi voluntariado, aunque yo no era consciente de ello, me convertí en una voluntaria más. Tan pronto estaba de campamento como acampada, como vestida de discípulo, de Virgen, era monaguilla, enrollábamos los cíngulos de los nazarenos (que también fui) o limpiábamos la iglesia y la preparábamos para algún acto. Un tiempo después también fui catequista y monitora de los mismos campamentos a los que había ido de acampada.

En Navidades, que tan difíciles son para quién no tiene, hacíamos una recogida de juguetes que clasificábamos, y donábamos a alguna congregación o nos vestíamos de reyes magos, y dedicábamos parte de la noche de reyes a repartir juguetes a los niños. Ahí conocí la magia de la noche de reyes. La cara de un niño cuando abre la puerta de su casa y aparecen los reyes magos y sus pajes para llevarle los regalos, no tiene precio de verdad… Creo que es uno de los voluntariados más bonitos que he hecho.

También, como ya sabéis, hice voluntariado en una residencia de monjas, donde me di cuenta de que quería ser auxiliar.

Y entonces, mi madre empezó a hablar de Protección Civil. Yo tenía un recuerdo algo vago y difuso de las fiestas del pueblo, donde un patrol de Protección Civil patrullaba por el pueblo. Pero hasta ahí mi conocimiento. Mi madre empezó a formar parte de la Agrupación de Protección Civil Getafe, aprendía cosas, me contaba lo que hacían y en mi iba creciendo esa sensación de querer más, disfrutaba viendo las cosas que ella hacía. Y en cuanto pude, allá que fui de cabeza. Y es muy posiblemente, una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida.

Mucha gente me ha dicho que hay que tener valor para trabajar gratis, incluso me han llamado loca. Lo que la gente no sabe es que el voluntario no mide su dedicación por los euros que entren en el banco a final de mes, el voluntario cobra en sonrisas, en la sensación de saber que ayudas a la gente, esa satisfacción personal, sentirte realizado. Estoy segura de que quien es voluntario es por vocación.

Por el momento, yo me quedo con esta gran familia que es Protección Civil Getafe. A mis compañeros, que sé que algunos me leen, gracias a todos y cada uno de vosotros. Juntos aprendemos unos de otros, no hay día que te vayas sin haber aprendido algo nuevo. Gracias a mi madre, que despertó en mí el gusanillo del voluntariado desde bien pequeña.

Os animo a todos a probarlo alguna vez en la vida, hay voluntariados de todo tipo, podéis elegir. Pero ¡cuidado! Si lo pruebas engancha, os lo aseguro.

 

Espero que os haya gustado, seguimos leyéndonos. Y recordad, que me encantan vuestros comentarios, me hacen muuuuucha ilusión.

Un besito, muuaaaks. Chao.
Carmelita.

viernes, 12 de septiembre de 2014

¿POR QUÉ AUXILIAR DE ENFERMERÍA?


¿POR QUÉ AUXILIAR DE ENFERMERÍA?
Seguramente, muchos de vosotros sabéis lo que se siente al amar lo que haces. Para los que no lo hayan sentido nunca, os deseo, de todo corazón que podáis experimentarlo en algún momento de vuestras vidas, es algo mágico que te llena por dentro, que te ensancha el corazón de alegría.
Yo siempre fui “la niña de las tiritas”, me encantaba curar y cuidar a las muñecas, a los animales que teníamos en casa, y a cualquiera que se hiciera daño o estuviera malito. Nunca me ha dado asco la sangre, ni me he mareado al verlo. Al contrario, me encanta ver chicha.
Cuando tenía 16 años, me ofrecieron hacer voluntariado una Semana Santa en una residencia de ancianos de las Hermanitas de los Pobres. No era mi primer voluntariado, pues desde pequeña he hecho voluntariados varios con mi madre. Por supuesto, allí solo había mujeres, preferían al personal femenino. Sólo permitían hombres como voluntarios y como residentes, y el sacerdote claro. Las monjas, intentaban llevarnos un poco a su terreno, nos hablaban de la vocación cristiana, de lo que se siente con la llamada de Dios… No era mi caso, no había sentido esa llamada. Pero si empecé a sentir curiosidad por el trabajo de las auxiliares tanto las que eran monjas como las que no. Me fascinaba el amor y la dedicación que tenían con los ancianos, la paciencia de escucharles, el cariño y la familiaridad para los que son su única familia… Así un día mientras la hermana superiora nos hablaba de la vocación se me ocurrió preguntar “¿la vocación sólo existe para vosotros?” Y entonces la monja muy amablemente me contestó que la vocación es ese sentimiento de amar lo que haces por muy sacrificado que sea. El profesor que se disfruta teniendo 30 niños a su alrededor porque les está enseñando a labrarse un futuro, el bombero que se juega la vida cada día al salir a un aviso, la vocación de ser madre o padre, por supuesto, todo el personal sanitario que no entiende de días ni de horas, que trabaja sin descanso para darle a sus pacientes la calidad asistencial que merecen, y más aun los que lo hacen de forma altruista, los voluntarios (de los que hablaremos en otra entrada, porque se lo merecen).
Así pues tomé la decisión de ser Auxiliar de Enfermería. Sentía esa llamada de la que tanto hablaban las monjas. Dejé a medias 1º de bachillerato a pesar de tener unas notas bastante buenas y de que mi madre quería arrancarme la cabeza por dejarlo. Pero era mi vida, mi llamada, y tenía que acudir.
Durante el curso, disfruté con cada cosa que nos enseñaban. Conocer gente que también tiene esa vocación te hace sentirte menos extraña, y tener muchas ganas de entrar en ese mundo. A mi profe de Higiene en el Mundo Hospitalario, Ana, si me lees, gracias por todo. Aprendí mucho más de lo que puedes llegar a pensar de ti. También tuve malos momentos, pensé que era más fuerte y me derrumbé cuando menos lo esperaba, de la teoría a la práctica hay un abismo. Supongo que era una prueba que tenía que pasar, y que seguramente me hizo más fuerte.
En las prácticas, y después en el mundo laboral, he conocido compañeros que no aman lo que hacen. Van cada día a trabajar pesarosos de tener que estar allí. Es cierto que trabajamos en un hospital, y que nadie disfruta con la enfermedad del otro pero, ya que no existe un mundo sin enfermedades creo, que debemos disfrutar dando asistencia a todo el que lo necesite y amar todo lo que hacemos. No solo les haremos la vida más fácil a nuestros pacientes y sus familiares, sino que nosotros, el personal sanitario, seremos más felices. Sí, me hace feliz saber que los cuidados que les doy a mis pacientes les reconfortan, les ayudan a curarse, o simplemente, cuando nada se puede hacer, les haces sonreír.
Os dejo un vídeo, para todos aquellos que no sois sanitarios, os hará entender un poquito mejor por qué decidimos meternos en este mundo de guardias interminables, noches sin dormir, madrugones de ojeras, y de felicidad para quien lo disfruta. Y para los sanitarios, un homenaje.
“Si puedes curar, cura;
Si no puedes curar, alivia;
Y si no puedes aliviar, consuela”.
Espero que os haya gustado, ya sabéis que me encanta que me escribáis.
Nos leemos.
Chao!