domingo, 1 de febrero de 2015

SOMOS SANITARIOS, NO EL DIABLO


SOMOS SANITARIOS, NO EL DIABLO


Queridos padres, madres, tutores y en resumidas cuentas, todos aquellos que tengan algún niño a su cargo…Esto va dirigido a vosotros. Espero que toméis nota.
 
Hace ya algunos días, en mi labor como voluntaria en Protección Civil, mientras atendíamos la enfermería en un Cross escolar, me encontré con una niña asmática que tras correr no se encontraba bien, no había usado su inhalador antes de la carrera (30 minutos antes es el momento idóneo para usarlo, y después de la carrera si es necesario). Mantuvimos a esta pequeña en reposo, pero su estado no mejoraba, casi todo lo contrario… Así que mi querida doctora (si me lees, ¡un saludito!) y yo decidimos trasladar a la niña al hospital en nuestra ambulancia, estando los profesores de acuerdo y poniéndose en contacto con sus padres para que acudieran a urgencias a encontrarse con su hija. Hasta ahí todo bien. Entonces le comento a la niña lo que vamos a hacer, sin mentiras, hay que llevarla al hospital porque necesita un poquito de oxígeno y a lo mejor algún aerosol. Y para mi sorpresa, la niña (que ya pasa de los 10 años) entra en pánico “al hospital no, al hospital no”, pregunto por qué, si ha ido más veces al hospital y si es que alguna vez le han hecho daño. La niña lo niega todo, pero sigue sin querer ir al hospital, aunque entre todos conseguimos convencerla, nos montamos en la ambulancia, y en el trayecto la niña se decide a contarnos (a la profesora que nos acompaña y a mí) que a su madre la han operado varias veces, y que todos en casa lo habían pasado muy mal, porque en el hospital se sufre mucho. Entonces lo entiendo todo… la niña lleva gran parte de su vida oyendo “las cosas tan malas” que hacemos en los hospitales. Nada más lejos de la realidad pues, aunque sí es cierto que en los hospitales hay dolor y sufrimiento nosotros estamos allí para paliar ese dolor, para ayudar al que lo necesita y para hacer más llevadera la vida de nuestros pacientes.
 
Día a día, luchamos para que los hospitales dejen de ser ese lugar que todos odiamos visitar, cada vez es más común encontrarnos con alguna ONG o asociación que hace voluntariado por los hospitales disfrazados de payasos, de animales… y ya no sólo en pediatría, también oncología, geriatría…

Y ahora yo me pregunto ¿qué se gana contándole a una niña que en el hospital se pasa muy mal? Evidentemente, nada de nada. Cuantas veces que oído decir “como no te portes bien aquí te ponen una inyección en el culo”. “Como no te portes bien el policía te va a llevar al calabozo”. ERROR. No podemos infundirles ese miedo a los niños, deberíamos hacer todo lo contrario, “estas chicas están aquí para curarte”, o “ese policía es a quien debes acudir si te pierdes por la calle”. No somos el coco, ni el hombre del saco, ni la bruja de la escoba, ¡por favor!

 

Inculquemos a los niños ideas encaminadas a perder los miedos. Ganaríamos todos en tiempo, en trabajo, en educación, y nos ahorraríamos muchos lloros.
 
 
 

Gracias por leerme una vez más. Como siempre, espero vuestros comentarios.

Feliz febrero a todos.

Carmelita.