viernes, 31 de marzo de 2017

QUIEN BIEN TE QUIERE, TE HARÁ FELIZ


QUIEN BIEN TE QUIERE…

¡¡¡TE HARÁ FELIZ!!!

 

Todos hemos escuchado en alguna ocasión eso de “quien bien te quiere te hará sufrir”... ¿por qué? Creo que es una mentira enorme. ¿Cómo alguien que nos quiere nos va a hacer daño? Si hace daño no es para nosotros, no nos quiere, no nos merece.
 
 

Creo que todo empieza cuando no nos queremos lo suficiente a nosotros mismos como para querer a otra persona, sobre todo si esa persona será nuestra pareja. Si no te valoras y respetas a ti mismo te conviertes en una persona pequeña y frágil, y seguramente la gente que te quiere te cuidará y te valorará pero siempre habrá quien intente aprovecharse de tu fragilidad. Siempre hay algún buitre deseando ver debilidad. Probablemente no les vemos llegar porque son “estupendos” al principio, todo amor y halagos hasta que caes en la red, nadie te ha obligado a entrar y sin embargo, estás dentro. Y entonces empiezas a sufrir. Son esas dudas que te matan, ese no saber si te dice la verdad, esa voz interior que te dice que no confíes (y a la que tú ignoras), esas lágrimas a cualquier hora, esas promesas hechas tras las discusiones que nunca jamás se cumplen… te prometo que voy a cambiar, no lo volveré a hacer, ha sido sólo un desliz, era la primera vez, o lo que sea que nos quieran prometer, porque durante un tiempo te lo vas a creer.

Claro, desde pequeños nos han dicho que el amor duele, que quien bien nos quiere nos hará llorar… y un montón de frases hechas que son mentira. Tenemos que tener claro que si nos hace llorar no nos quiere. Me gusta mucho una frase que dice: “si te aprieta, no es de tu talla” (aplicable a ropa, zapatos, amor…).

Tenedlo claro, quien bien nos quiere, nos hará reír, disfrutar, cantar, bailar, enamorarnos, cumplir nuestras metas, nos hará crecer y creceremos juntos. Y claro que sí, habrá momentos para llorar de alegría o de tristeza, pero siempre juntos, nunca porque uno se imponga sobre el otro.
 
 

¿Sabéis eso de mejor solo que mal acompañado? Pues creo que tiene toda la razón del mundo. No necesitamos de otra persona para ser felices, tenemos que ser felices con nosotros mismos y después compartirlo con la otra persona. Pero nunca, nunca, nunca estar con alguien por no estar solo y estar sufriendo. Quien lo haga está tirando su vida a la basura.

Hay que ser felices, se puede, tenedlo claro. La felicidad no es una meta que alcanzar, no es el Nirvana. La felicidad está en las cosas pequeñas, en los momentos en los que nos reímos a carcajadas o en los que de tanto sonreír nos duele la cara.
 
Recordad, en nuestras vidas, sólo gente que sume.


¡¡¡Sed felices corazones!!!

Buen fin de semana a todos. Sabéis que siempre son bien recibidos los comentarios.

Con mucho cariño,

Carmelita.

miércoles, 22 de marzo de 2017

ESTOY DE VUELTA

ESTOY DE VUELTA



¡Hola, hola!

Por motivos personales que seguramente cuente en otra entrada, he estado desaparecida del blog casi dos años. Recuerdo empezar el blog con una ilusión tremenda y mil ideas en la cabeza, escribir sin cansancio, ponerme tiempos para publicar porque hubiera publicado mil entradas en un solo día, y después…nada. He de decir que primero me enamoré, y esa tontuna que te invade al principio de las relaciones me obnubiló un poco, escribía sí, pero cosas bonitas para él. Y lo sigo haciendo, que conste, pero ahora que mi vida vuelve a estar más o menos en calma, me vuelve a picar el gusanillo de escribir.

He decidido que esta vez, además del blog, abriré una página en Facebook del Blog de Carmelita. Y que os contaré cosas nuevas: recetas de cocina, libros que he leído y me encantan, cómo afrontar las cosas difíciles de la vida, algunas de las cosas bonitas que le escribo a él… No sé, tengo de nuevo muchas ideas en la cabeza. Nadie sabe que vuelvo a escribir, llevo un par de meses que mi cuerpo me lo pide, y sabía que el día que estuviera preparada, sencillamente, encendería el ordenador y mis dedos corretearían por el teclado, un poco perdidos al principio, y más entrenados después de unas cuantas líneas.

Espero estar mucho tiempo aquí.

Nos leemos.


Con cariño, 

Carmelita.